Preparándonos para la leishmania que viene
La leishmaniasis es una zoonosis potencialmente fatal para perros y humanos causada por un parásito intracelular y transmitida por un flebotomo que actúa como vector.
Los perros se han convertido en el principal reservorio de la infección a humanos y a otros perros.
Los puntos más relevantes en el manejo de la enfermedad son el modo de transmisión, la distribución endémica y la prevalencia, diferenciando entre animales infectados, seropositivos y enfermos.
Algunos aspectos a tener en cuenta son la predisposición de la raza y la edad, pero es el sistema inmune el que marcará el desarrollo de la enfermedad, la respuesta al tratamiento y las medidas de prevención sobre nuestros pacientes.
El diagnóstico puede resultar complejo en algunas ocasiones y son fundamentales los estudios de signos físicos junto a los clínico-patológicos para confirmar la infección y establecer el protocolo ideal de tratamiento en cada caso.
En función de los parámetros obtenidos tras el estudio general de signos clínicos y resultados laboratoriales podremos establecer el estado y pronóstico adecuado de nuestro paciente.
En los próximos años el desarrollo y evolución de la lucha frente a la leishmania se centrará en las medidas de prevención y las estrategias combinadas de repelentes e insecticidas junto a las vacunas y estimulantes de la respuesta inmune celular
Consejos para su prevención
– Evitar sacar de paseo a nuestro perro durante las horas nocturnas, donde hay mayor riesgo de picaduras.
– Colocar en las ventanas telas mosquiteras que eviten la entrada de mosquitos.
– Hacer dormir a nuestra mascota en el interior de la vivienda.
– Usar pipetas y collares repelentes.
– Realizar un análisis sanguíneo de nuestra mascota al finalizar el verano. Mientras antes se tenga conocimiento de una posible infección se podrá tratar de una mejor manera.